Turberas de ladera con condiciones minerotróficas han sido registradas en Alemania (Jensen, 1961), U.S.A. (Chadde et al., 1998) y en Sudáfrica (Ollis et al., 2013). Estos ecosistemas también están presentes en Kirgistán (observaciones personales). A diferencia de esas turberas de ladera, las de la Patagonia Chilena presentan un desarrollo actual ombrogenético, es decir, son irrigadas por precipitaciones. Las turberas de ladera crecen en areas que presentan entre 3% a 9% de inclinación, siendo comunes en sectores subandinos de la Cordillera de Los Andes. Estas turberas se originan en suelos saturados por escurrimientos percolados a través del paisaje, sobre los cuales se formó un ecosistema que con el tiempo se elevó del nivel freático del suelo, y cuya vegetación actual es irrigada por agua lluvia. Es decir, el estrato superficial (aquel que actualmente forma turba en estos ecosistemas) es principalmente alimentado por esta agua pobre en nutrientes, presentando la turbera una morfología convexa y elevada a lo largo del paisaje inclinado.
Vegetación actual
En las turberas de ladera, la vegetation se distribuye en una gradiente de acuerdo al nivel freático. El área superior bien drenada se haya normalmente colonizada por extensas coberturas de musgos Sp. magellanicum, donde algunos bosques y renovales de Coigue (Nothofagus dombeyi) y Ciprés de las Guaitecas (Pilgerodendron uviferum) se logran desarrollar, así como también la especie Lycopodium magellanicum y Lepidothamnus fonkii. Ladera abajo, aumenta el nivel freático y los árboles disminuyen, siendo remplazados por arbustos de murtilla (Empetrum rubrum), los cuales pueden tolerar condiciones fluctuantes de saturación. La parte más baja de la ladera está usualmente colonizada por especies de juncaceas y carex tales como Marsippospermum grandiflorum y Carex magellanica. En la zona más saturada al pie de la turbera, pueden hallarse parches de Sp. magellanicum y plantas pulvinadas como la Astelia pumila asociada a Donatia fascicularis. En otras palabras, la parte superior de las turberas de ladera está cubierta por vegetación boscosa, transitando a una dominancia del musgo Sphagnum magellanicum en su parte central-superior, a la dominancia de vegetación mixta y cojines de Sp. magellanicum, C. magellanica and M. grandiflorum en su parte central inferior y finalizando en acolchados de plantas pulvinadas como la A. pumila and D. fascicularis en su parte inferior y más expuesta a saturación constante.
Hidrología
Las turberas de ladera son irrigadas por aguas lluvia y por escurrimientos percolados a través del paisaje. Mientras que la lluvia es la fuente hídrica que alimenta el horizonte superficial de la turbera, donde se forma turba (i.e. el acrotelmo), los aportes de agua percolada que fluyen lateralmente y desde la parte superior de las laderas influyen en los horizontes inferiores donde la turba está acumulada (i.e. catotelmo). También los aportes por percolación que ingresan a una turbera de ladera se componen principalmente por agua lluvia. El alto rango de precipitaciones en las regiones costeras y a barlovento de la cordillera de los Andes, también se infiltra y mueve verticalmente a través del suelo. De este modo, practicamente se neutraliza la influencia de los aportes mineralizados en el estrato de turba actualmente en formación. Adicionalmente, las turberas de ladera presentan forma de domo, y practicamente representan a las turberas ombrogenéticas elevadas de las áreas inclinadas, diferenciándose de estas en las condiciones químicas y físicas que presenta la turba en los horizontes más profundos, los cuales se exhiben una mayor decomposición y un menor espesor.
De acuerdo a las variaciones en el nivel freático, las turberas de ladera tienden a etsar cubiertas por árboles en su parte superior. El nivel freático aumenta ladera abajo, permitiendo una mayor acumulación de turba y espesor que en la parte superior de la ladera, y al mismo tiempo impidiendo el desarrollo de árboles. Un esquema simplificado y estereotípico de una turbera de ladera se presenta a continuación:
Tipos de Sustratos y Estratigrafía
Las turberas de ladera presentan turba proveniente de plantas típicas de turberas ombrogenética elevadas en su horizonte superficial, encima de horizontes de turba típicos de turberas geogenéticas, todo ello encima de material parental de origen mineral, consistente en arena fina a gruesa, y arena limosa. Por esta razón, las turberas de ladera son consideradas ecosistemas secundarios. Tomando en cuenta su pequeño tamaño, las turberas de ladera presentan sustratos de turba diversos, demostrando adaptación a aportes hídricos de diversa índole y nivel nutritivo. De este modo, en las turberas de ladera se forman tipos de sustratos (turba) característicos . Entre los tipos de turba ombrogenéticamente formados (es decir, por influencia del agua lluvia), los más comunes son la turba de Sphagnum magellanicum peat, la de Ericaceas, la de Oreobolus y la turba maderosa de ciprés. Los tipos de turba geogenéticamente formados (es decir, por la influencia de agua que estuvo previamente en contacto con el suelo y se mineralizó), los más comunes en turberas de ladera es la turba most de radicelas. Así mismo, la turba amorfa es típica en los horizontes de estas turbeas. Un incremento en la turba de Ericaceas fue observado en las turberas de ladera comparadas con las turberas ombrogenéticas elevadas. El grado de decomposición de los sustratos en horizontes de la turbera incrementa rápidamente con la profundidad. De acuerdo a los testigos de turba extraídos en turberas de ladera de Aysén y Magallanes, pudimos confirmar que la acumulación de turba tiene lugar en horizontes delgados a lo largo de las turberas, incrementando el espesor ladera abajo. Esto impica diferentes condiciones químicas y físicas en los estratos inferiores de la turbera, corroborando la ocurrencia de procesos de percolación a través del ecosistema. Por otra parte, considerando todos los horizontes encontrados en las turberas de ladera, estos ecosistemas presentan una media en su valor-pH de 4.1±0.6, cubriendo un espectro de 2.3 a 5.3. Para más información, revisa el documento Tipos de sustratos en turberas de Aysén: una herramienta para su reconocimiento.
Referencias:
Chadde, S. W.; Shelly, J. S.; Bursik, R. J.; Moseley, R. K.; Evenden, A. G.; Mantas, M. et al. (1998): Peatlands on National Forests of the Northern Rocky Mountains: Ecology and Conservation. General Technical Report RMRS-GTR-11. Edited by Forest Service of the United States Department of Agriculture. Rocky Mountain Research Station. Utha, USA, 80 pp.
Jensen, U. (1961): Die Vegetation des Sonnenberger Moores im Oberharz und ihre ökologischen Bedingungen. 1st ed. Hannover: Niedersachsen Verwaltungsamtes Naturschutz, 85 pp.
Ollis, D.; Snaddon, K.; Job, N.; Mbona, N. (2013): Classification system for wetlands and other aquatic ecosystems in South Africa. User manual: inland systems (SANBI biodiversity series, 22), Pretoria: South African National Biodiversity Institute, 124 pp.