El concepto “tipo hidrogeomórfico de turbera” es una herramienta para clasificar las turberas según ciertos estereotipos que resumen sus características hidrológicas y geomórficas.
Estas tipificaciones fueron ampliamente desarrolladas por los científicos alemanes Succow & Jeschcke (1986) y profundizadas más por Succow & Joosten (2001). Ellos definieron ocho “Tipos Hidrogenéticos de Turberas” distinguiendo entre “Turberas Horizontales” (horizontal mires), las cuales se forman en paisajes de morfología plana; y “Turberas Inclinadas” (inclined mires), que se forman en paisajes de morfología sinuosa. Entre los tipos horizontales, estos autores distinguían las Turberas de Paludificación (paludification mires) influenciadas mayormente por incrementos en las napas freáticas; Turberas de Terrestrialización (terrestrialization mires) originadas a partir de lagos que fueron ocupados por la vegetación circundante; Turberas de Olla (kettle hole mire) localizadas en depresiones y alimentadas por escurrimientos superficiales desde el paisaje circundante; y Turberas de Inundación (flood mire), presentes a lo largo de ríos, esteros y otros cursos de agua en movimiento, y alimentadas por estos durante sus crecidas. Entre los tipos inclinados, se encuentran las Turberas de Colina (sloping mire), alimentadas por escurrimientos de aguas superficiales en zonas inclinadas; las Turberas de Percolación (percolation mire), formadas por escurrimientos constantes y aportes de las napas freáticas en zonas inclinadas; las Turberas de Vertiente (spring mire), formadas en zonas inclinadas y a partir de aportes hídricos de vertientes; y las Turberas Elevadas u Ombrogenéticas (raised mire or bog), alimentadas mayormente por precipitaciones.