Turberas de Escorrentía

Las turberas de escorrentía son turberas inclinadas que presentan un canal o un arroyo que fluye sobre ellas, y cuya agua permite la saturación e inundación periódica de los terrenos adyacentes, el desarrollo de vegetación y consecuentemente la formación de turba.

En U.S.A., Chadde et al. (1998) caracterizan bajo “turberas de escorrentía” (flow-through bog) una de las formas de turbera más comunes al norte de las Montañas Rocallosas, cuya irrigación ocurre mediante escurrimientos superficiales y precipitaciones que forman canales a lo largo del ecosistema. En Alemania, Schumann and Joosten (2008) dieron el nombre  “turbera de vertiente” (Quellmoore) a los ecosistemas irrigados por agua de vertiente en colinas y áreas inclinadas. En Sudáfrica el concepto de  “humedal canalizado” (Channelled wetland) designa ecosistemas de humedales ubicados a lo largo de valles donde fluye un canal o arroyo (Ollis et al., 2013). Las turberas de escorrentía de la Patagonia Chilena integran casi todas las fuentes de agua (lluvia, aportes laterales, percolación y canales y arroyos) mencionadas en estas clasificaciones.

Vegetación actual

Las turberas de escorrentía se ubican entre aquellas con la más amplia diversidad de vegetación capaz de formar turba, incluyendo especies del género Sphagnum (Sp. magellanicum, Sp. fimbriatum), musgos marrón (Dendroligotrichum dendroides, Dendroligotrichum squamosum), plantas pulvinadas (Astelia pumila, Donatia fascicularis), especies de Carex (C. magellanica, C. chillanensis), y otras plantas vasculares tales como Oreobolus obtusangulus, Drosera unifloraLepidothamnus fonkii, entre otras .

Hidrología

Aun cuando la lluvia es el mayor componente hidrológico en las áreas costeras de la Patagonia Chilena, son pequeños arroyos y canales aquello que hace a las turberas de escorrentía hidrológicamente distintivas. Debido a su inclinación, estos ecosistemas exhiben mayor dinamismo hídrico que las turberas con morfologías convexas o planas. Evidencia de ello es la mayor diversidad de especies de plantas, así como los diferentes niveles de descomposición de la turba. De esta forma, la intensidad del dinamismo hidrológico de la turbera variará dependiendo de la intensidad de las lluvias o del derretimiento de las nieves (e.g. el comportamiento de los arroyos o canales afectará los terrenos adyacentes provocando inundaciones o periodos secos en el centro de la turbera, mientras los aportes laterales y la percolación horizontal influirán en los bordes de la turbera). De esta manera, se generarán diferentes grados de decomposición y tipos botánicos  de turba en estos ecosistemas.

Según registros medidos en turberas de escorrentía de la Región de Aysén, el promedio del nivel de agua del suelo de la turbera alcanza los 29±16 cmbs. Un esquema estereotipo simplificado de una turbera de escorrentía se muestra en la figura siguiente:

Tipos de Sustratos y Estratigrafía

Las turberas de escorrentía se caracterizan por presentar un horizonte de turba ombrogenética muy delgado, sobre horizontes de turba geogenética. También a veces presentan horizontes de turba geogenética directamente encima del material parental de la colina, compuesto este normalmente por arena fina.  Dependiento del estrato actual donde se forma la turba, (si es turba ombrogenética o geogenética, o sólo turba geogenética sobre el material parental), estos ecosistemas serán considerados primarios o secundarios. Los tipos de sustratos más comunes de estas turberas son la turba amorfa y la turba geogenética de radicelas. Entre los tipos de turba ombrogenética que también se presentan, la más común es la turba de Oreobolus, la de plantas de cojín y la de Sphagnum magellanicum.  El grado de decomposición de la turba aumenta rápidamente bajo el primer horizonte de turba ombrogenética, demostrando que la formación actual de turba es influída periódicamante por fluctuaciones en el nivel del agua de la turbera, lo cual estaría induciendo la decomposición de la turba en los sustratos superficiales.  De acuerdo al estudio realizado por Rodríguez (2015), la turba ombrogenética de Sp. magellanicum cuya formación es reciente en turberas de Aysén se caracteriza por una baja densidad aparente (≤0.07 g cm3). Por otra parte, luego de lluvias intensas o inundaciones, la turba decompuesta disponible en la superficie de una turbera puede ser lavada vía percolación a los horizontes inferiores, incrementando en estos la presencia de material decompuesto. Adicionalmente, a pesar de que las fluctuaciones del agua superficial son la razón de las actuales condiciones mesotróficas en la superficie de las turberas de escorrentía, pareciera que los aportes de agua lluvia vía infiltración en estos ecosistemas en sectores costeros-montanos son suficientemente intensos como para alcanzar el catotelmo compuesto por turba amorfa y de radicelas, induciendo condiciones oligotróficas en ese estrato.

El crecimiento de la turba en turberas de escorrentía puede desarrollarse hasta llegar a cubrir los canales y arroyos que corren por el ecosistema . Por último, el valor pH medio del agua en la turba de estas turberas alcanza 4.2±0.3, cubriendo un espectro de 3.7 a 4.6. Para más información por favor revisa el documento Tipos de sustratos en turberas de Aysén: una herramienta para su reconocimiento.

Referencias:

Chadde, S. W.; Shelly, J. S.; Bursik, R. J.; Moseley, R. K.; Evenden, A. G.; Mantas, M. et al. (1998): Peatlands on National Forests of the Northern Rocky Mountains: Ecology and Conservation. General Technical Report RMRS-GTR-11. Edited by Forest Service of the United States Department of Agriculture. Rocky Mountain Research Station. Utha, USA, 80 pp.

Ollis, D.; Snaddon, K.; Job, N.; Mbona, N. (2013): Classification system for wetlands and other aquatic ecosystems in South Africa. User manual: inland systems (SANBI biodiversity series, 22), Pretoria: South African National Biodiversity Institute, 124 pp.

Rodríguez, A. C. (2015): Hydrogeomorphic classification of mire ecosystems within the Baker and Pascua Basins in the Region Aysén, Chilean Patagonia: a tool for their assessment and monitoring. Berlin-Germany: Humboldt Universität zu Berlin, 292 pp.

Schumann, M. and Joosten, H. (2008): Global Peatland Restoration. Manual. Institute of Botany and Landscape Ecology, Greifswald University. Greifswald, 68 pp.

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